POEM - Medio biótico
Texto trasladado verbatim de página de correspondencia de M. A. Díaz; puede ser editado libremente. La lista detallada de tópicos puede leerse en el texto oculto, éste se hace visible al pulsar el vínculo de editar esta página. Lcgarcia 13:18 3 ene, 2007 (CST)
Ecosistemas y biotopos
De acuerdo con la descripción del proyecto, las obras y procesos requeridos para el encauzamiento del río están circunscritas al cauce mayor y pueden incluir los bancos y orillares; estarán incidiendo directamente sobre los biotopos acuáticos, tanto lóticos como lénticos y vía las interacciones ecológicas de éstos y los organismos por ellos alojados, con los biotopos anfibios y terrestres.[1]
Con base en la revisión de estudios y evaluaciones realizadas en sectores del río Magdalena, en otras planicies fluviales (Consorcio Carinsa-Incoplan Ltda. 1993, García Lozano 2001, 2004a y b, Neotrópicos 2000, 2001 y 2005) y fuentes cartográficas (INVIAS 1997, IGAC 2003, Boada-Sáenz 2006), se definen a continuación los biotopos acuáticos, anfibios y terrestres que conforman el tramo Puerto Berrío – Barrancabermeja.
Biotopos acuáticos
Ríos: corresponden a las grandes corrientes de agua dulce (ecosistemas lóticos), en el tramo de estudio se ubican además del Magdalena, sus tributarios San Bartolomé y Pescado sobre la margen izquierda; San Juan, Carare, Opón, Cascajales y La Colorada sobre la margen derecha y de sur norte. Le tributan también en el tramo, otras corrientes menores como quebradas y arroyos.
Debido a la dinámica fluvial, el río puede presentar uno o dos canales principales dentro de su cauce. El tramo del interés de este estudio es en general de cauce trenzado, con brazos, islas y áreas de desborde.
Brazos: son cauces secundarios, derivados del canal principal del río, que pueden llegar a tener grandes proporciones. Según su divergencia del canal principal, delimitará y determinará la extensión y permanencia de las islas. Un brazo muy particular es el de la Vuelta de Acuña; otros se ubican en la margen izquierda al norte del complejo cenagoso Chucurí - Aguas Negras, en la margen derecha entre la ciénaga Opón y Barrancabermeja. Su principal uso es como vías de navegación y dependiendo de su extensión, como sitios para lances de pesca.
Caños: son los canales naturales meandriformes de conexión entre el río y las ciénagas, delimitados por albardones menores permanentes o temporales (sumergidos por prolongación del espejo de agua de las ciénagas), su principal característica es la temporalidad de la dirección de flujo de aguas por el mismo, dependiente de las diferencias entre los niveles del agua en el río y en la ciénaga (flujo hacia río en época de sequía y hacia ciénagas en época de creciente). Permiten el tránsito de sedimentos, vegetación flotante y peces. Además de ser utilizados para la pesca (por cierto prohibida), son usados para la caza, como abrevaderos y como vías para la navegación local. Los caños más conspicuos son los de acceso a las ciénagas Barbacoas y Chucurí.
Ciénagas: son depósitos de aguas no corrientes (ecosistemas lénticos), con algún grado de conexión con el río, del cual depende la renovación de sus aguas e intercambio de biota. Constituyen sitios de amortiguación de las crecientes, ya que almacenan agua de desborde y de lluvias durante la época de niveles máximos (potamofase) y la liberan a través de los caños durante la época de los mínimos niveles (limnofase). Igualmente, son fundamentales como sitios de alimentación, refugio y crecimiento de poblaciones de fauna, especialmente, peces. De acuerdo con la forma en que se conectan al río principal, se distinguen 4 tipos de ciénagas (Arias, 1985)^ . En el tramo de estudio se identifican las ciénagas Grande o Barbacoas (T2) y Maquencal (T1?) en la margen izquierda; Chiquita (T1), Río Viejo (T3), San Juan (T4) La Colorada (T4), Chucurí (T2), Aguas Negras (T2), El Opón (T3) y La Cira (T1) sobre la margen derecha y muy próxima al sur del casco urbano de Barrancabermeja.
Madreviejas: son relictos de antiguos cauces del río (paleocauses), como antiguos brazos ya cerrados y sin conexión, tramos o curvas del cauce aislados como producto de su estrangulamiento en meandros, así como por el aislamiento progresivo y cierre de tramos de caños o bahías de ciénagas por colmatación. Algunas madreviejas se presentan en la parte sur del brazo de la Vuelta de Acuña, más claras en la margen derecha del río Carare y del río Opón al costado de la ciénaga del mismo nombre.
Jagüeyes: son depósitos artificiales de aguas, construidos mediante excavación y conformación de diques o terraplenes, por ganaderos como abrevaderos para los animales. Aprovechan ondulaciones del terreno para captar y mantener aguas lluvias por escorrentía. Por lo general son pequeños, distantes del río y ubicados en zonas onduladas o en el piedemonte de colinas.
Biotopos anfibios
Playón de ciénaga: corresponde a la faja litoral de la ciénaga delimitada entre las cotas medianas (más frecuentes) del mínimo y máximo nivel de las aguas en la ciénaga. Casi siempre entre ciénagas y albardones, su terreno plano y con leve pendiente hacia las ciénagas, permite recibir aguas de desborde de durante las crecientes. Es un biotopo de alta dinámica sucesional (crecimiento-descomposición-acumulación de biomasa vegetal), dados sus estados terrestre y acuático fluctuantes; en él predomina la vegetación herbácea, arbustiva y acuática sobre fondos de lodos finos y turbas. Por su carácter comunal es muy intervenido mediante la tumba, roza y quema para caza, cultivos de pancoger y pastoreo extensivo.
Playa o playón de río (bancos): son depósitos de material transportado por el río, visibles en épocas de aguas bajas. Dependiendo de la forma y amplitud del cauce, los hay litorales o bancos de punta (en tramos meandriformes), centrales dispersos como barras de arena y grava a lo ancho y largo de cauce o como parte de grandes islas (en tramos trenzados).
Islas: son depósitos mayores de acumulación de material transportado por el río, que dada mayor estabilidad presentan desarrollo de vegetación herbácea y leñosa. También son los espacios entre brazos secundarios y entre éstos y el cauce principal, por desviación del cauces (nuevos brazos), estrangulación de un meandro o retoma de antiguos causes. Algunas de gran extensión, no solo han sido ocupadas por vegetación y fauna sino por el hombre, para establecimiento de cultivos de pan coger y zonas de pastoreo. Durante el estudio de 1993, se identificaron un total de 131 islas, de las cuales 2 fueron mayores a 4 km2, 20 entre 2 y 4 km2 y las restantes 109 fueron menores a 1km2 (Consorcio Carinsa-Incoplan Ltda., 1993).
Pozas de estiaje en cauce: son zonas bajas del lecho que ante el descenso máximo del nivel del agua, acumulan agua, en la cual pueden llegar a concentrarse peces pequeños y establecerse poblaciones temporales de insectos. Dependiendo de su tamaño pueden llegar a desaparecer durante la época de estiaje. En el tramo de estudio corresponden a tramos de brazos y canales ciegos al interior de las islas.
Bocanas de caños: son las desembocaduras o sitios de convergencia entre caños y el río Magdalena en este caso. Casi siempre en dirección oblicua y en contracorriente al flujo del canal principal. Por lo general, el río represa las aguas del caño. Las bocanas de caños más notables en el tramo de estudio corresponden a las ciénagas Barbacoas y Chucurí.
Deltas de ríos afluentes: son las áreas, por lo general triangulares, que forman los ríos en su desembocadura, especialmente al salir al mar. En el tramo Puerto Berrio – Barrancabermeja, los deltas de los afluentes del Magdalena son de muy reducida dimensión frente a la presencia de islas y brazos, debido a que una vez dichos afluentes entran en la planicie del Magdalena, ésta amortigua su dinámica, lo cual se traduce en que sus tramos finales son meándricos (ríos San Bartolomé, Carare y Opón).
Bajos: corresponden a las partes terrestres más bajas de la planicie aluvial, distales del río, que por su forma plano-cóncava, pueden acumular agua y materiales finos, ya sea por escorrentía natural de lluvias o como producto de las inundaciones por desbordamientos del río. Poseen un mal drenaje y un alto nivel freático, lo que favorece su inundación. Pueden llegar a secarse totalmente y ser parte de la planicie aprovechada para el pastoreo durante la época de sequía. Bajos notorios en el tramo de estudio son los ubicados al interior de la gran isla que forma el brazo de Acuña y el una gran extensión que se extiende hacia el norte, sobre la margen izquierda del Magdalena a la altura de la desembocadura del río Carare.
Orillares: son las fajas litorales paralelas al cauce del río, por lo general angostas y alargadas, de relieve irregular con áreas cóncavas (depresiones) y convexas (lomos) intercaladas, sometidas a inundaciones periódicas, por ello con acumulación y erosión de materiales. Se ubican en la parte externa de los meandros (margen convexa). En algunas zonas pueden existir complejos o conjuntos, productos de alta dinámica hidrofluvial ya sea actual (orillares activos)o antigua (orillares inactivos). Se presentan por ejemplo entre la margen izquierda del Magdalena y el caño de la ciénaga Barbacoas, entre la margen derecha del Magdalena y la izquierda del Carare en su tramo final, igualmente al final del río Opón. Margen izquierda frente a la salida del brazo de la vuelta de Acuña.
Biotopos terrestres
Albardones: son fajas paralelas a las márgenes de ríos (albardones mayores) y caños (albardones menores), mucho más altas y anchas que los orillares, de forma plana-convexa, más estables, formadas por acumulación de materiales producto de grandes desbordamientos, aunque también pueden sufrir erosión. Su relativa estabilidad permite su ocupación por vegetación de gran porte y por asentamientos humanos, cultivos, pastoreo de ganado, vías carreteables. Un zona de albardón sobresaliente es la que separa el Magdalena de la ciénaga Chucurí.
Diques: corresponden a los terraplenes o jarillones artificiales, construidos por el hombre para ganar terrenos para agricultura y ganadería, y supuestamente para defenderse de las inundaciones (una vez superados, los mismos alargan periodo de inundación). Permiten el crecimiento de vegetación y son utilizados como caminos o vías para vehículos (v. gr., tractores), que comunican caseríos o fincas.
Terrazas: grandes fajas laterales al cauce, orillares y albardones actuales, forman la parte media baja del valle; su relieve es plano a ondulado con muy leves pendientes y son disectadas por cauces tributarios del río Magdalena. Comprenden las antiguas planicies: albardones, orillares, ciénagas y partes altas y bajas de playones (paleoplanicies), labradas por erosión y colmatación. Dadas sus condiciones de no inundación, han sido las áreas de mayor y más antigua intervención antrópica, extracción de maderas, agricultura y ganadería extensivas, asentamientos humanos y vías e acceso. Estas áreas se observan al nororiente de la ciénaga Barbacoas, al sur de la ciénaga Chucurí y al norte de la ciénaga Aguas Negras; margen derecha aguas debajo de la vuelta de Acuña; cuenca media de la quebrada San Cruz y el río Pescado, por donde discurre la carretera a Yondó (margen izquierda). Las terrazas puedeser terciarios o cuaternatrias, pero en la zona del POEM son básicamente cuaternarias, son menos altas que las colinas (terrazas terciarias disectadas) y menos disectadas. En algunas localidades (v. gr., Los Morros), pueden ocurrir varios niveles de terrazas, formadas por eventos de crecientes diferentes
Colinas: montículos o lomas de estribaciones, con materiales rocosos o conglomerados y arcillas antiguas de composición litológica de alta resistencia a la erosión. Corresponden a sectores de control geológico como Puerto Berrio, Vuelta de Acuña y al oriente de la ciénaga Barbacoas (bocana de caño). También han sido alteradas por tala y ganadería, extracción de leña y maderas. Colinas son básicamente terrazas terciarias disectadas por acción de la lluvia torrencial que labora sobre materiales menos consolidados.
Un resumen de los atributos que caracterizan estos biotopos para el tramo del POEM, se presenta en la Tabla 1. Leyenda de mapa de paisajes y biotopos de la región del POEM.
Referencias
Arias A., Plinio A., 1985. Las ciénagas de Colombia. En: Divulgación Pesquera. Inderena - Ministerio de Agricultura, 1986. Vol. XXIII, Nº3, 4, 5: 37 - 70. Bogotá, Colombia.
Boada-Sáenz. 2006. Río Magdalena, tramo Puerto Berrío - Barrancabermeja. Mosaico de imágenes de satélite tomadas de Google, facilitadas en 27.09.2006. Documento de trabajo. 1 pp. Santa fé de Bogotá, Colombia.
Consorcio Carinsa-Incoplan Ltda.. 1993. Obras de rehabilitación del río Magdalena, sector Puerto Berro–Barrancabermeja declaratoria de efecto ambiental. FONADE, MOPT. 31 pp. Santafé de Bogotá, Colombia.
García Lozano, L. C.. 2001. Región de Mompox: síntesis de estudios de evaluación ambiental regional para el sector transporte. Para la Subdirección del Medio Ambiente y Gestión Social, Instituto Nacional de Vías de Colombia. 67 pp. Medellín, Colombia.
García Lozano, L. C.. 2004a. Complementación del EIA del Puerto Multipropósito BRISA S.A., Mingueo, Dibulla (Baja Guajira). Documento de trabajo. 14 pp. Medellín, Colombia.
García Lozano, L. C.. 2004b. Mapa de paisajes de la región de influencia del Puerto Multipropósito BRISA S.A.. Documento de trabajo. 4 pp. Medellín, Colombia.
IGAC. 2003. República de Colombia, mapa físico político Departamento de Antioquia. Escala aproximada 1:444.445. Bogotá, Colombia.
INVIAS. 1997. La troncal del Magdalena Medio. Oficina de comunicaciones del Instituto Nacional de Vías de Colombia, Ministerio de Transporte. Folleto plegable con cartografía, impreso por El Gráfico Editores Ltda.. Bogotá, Colombia.
Neotrópicos, 2000. Ciénagas de la Región Panzenú, Contrato 2018 de 1999, Informe Final. Anexo 2: limnología y ecosistemas acuáticos. Editado para Corantioquia. Mayo 5 de 2000.164 pp + Anexos. Medellín, Colombia.
Neotrópicos. 2001. Mapa preliminar de paisajes y biotopos de la Depresión Momposina. Basado en interpretación de imágenes de radar del IGAC -mosaicos semicontrolados a escala 1:100.000 de1974, complementación parcial con fotografías aéreas (escalas 1:25.000 a 1:40.000, tomadas entre 1975 y 1991) y comprobación de campo. L. C. García Lozano y P. de Greiff G., asesoría en interpretación A. Etter R.. Inédito. Medellín, Colombia.
Neotrópicos. 2005. EIA + PMA establecimiento penitenciario de alta y mediana seguridad de Guaduas.128 pp. Medellín, Colombia.
NRC, 2003 (Committee on Bioavailability of Contaminants in Soils and Sediments, National Research Council). Bioavailability of Contaminants in Soils and Sediments: Processes, Tools, and Applications. National Academies Press. versión en pdf (15,5 MB)
Apostillas
- ^ . En general la literatura ambiental en castellano -incluso en los documentos oficiales del Ministerio del Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial- no se distingue entre los términos biotopo y ecosistema; se emplea predominantemente este último para referirse a conjuntos de hábitats con características físicas determinadas, habitados por cohortes particulares de plantas y animales. La literatura ecológica moderna, sin embargo exige que se limite el término ecosistema a unidades espaciales conformadas por binomios biotopo-biocenosis en donde predominen los intercambios internos de materia y energía sobre los flujos a través de la unidad. De acuerdo con esto, los ríos y los biotopos asociados no califican como ecosistemas sensu stricto, por esta razón conviene más emplear el término biotopo para el componente espacial (físico) y biocenosis o comunidad para la cohorte de organismos.
- ^ Tipos de ciénagas: [T1] Se conectan directamente al río, una ciénaga simple y primaria conectada directamente con el río, [T2] Forman un conjunto o racimo de ciénagas, donde una de ellas (primaria) se conecta directamente con el río y una o más (secundarias) se conectan directa o indirectamente con la ciénaga primaria, [T3] Es una ciénaga primaria conectada indirectamente con el río, [T4] Es una ciénaga aislada, sin conexión directa con el río.