Supervisión ambiental (fase de obras) POEM

De acuerdo con lo planteado en el balance entre demanda y oferta ambientales del POEM, tanto en el cuadro síntesis, como en las fichas de evaluación de interacciones particulares con consecuencias ambientales indeseables, la mayoría de éstas tienen causas múltiples durante la fase de obras. De otra parte, en gran medida son derivadas de las prácticas tanto laborales como de comportamiento en campamentos y demás obradores, arraigadas en el personal de los contratistas, pero que estrictamente no constituyen un requisito de la obra; i. e., podrían ser erradicadas sin alterar ni el desempeño ni la eficacia del contratista. En atención a estos antecedentes se ha diseñado un esquema normativo de supervisión ambiental, orientado a minimizar los daños accidentales o negligentes asociados a los procesos constructivos. El esquema de supervisión ambiental consta de tres componentes así:

1. normas propiamente dichas,
2. esquema de divulgación y
3. plan de control y vigilancia

Normas ambientales de construcción

Son recomendaciones y guías de comportamiento que deben ser estudiadas detenidamente por el contratista y acatadas por sus empleados, obreros, por el personal de los subcontratistas, proveedores y demás personas vinculadas directamente a la obra. El objeto de éstas es tratar de encauzar los trabajos de la fase de obras del POEM con el propósito de minimizar deterioros ambientales. Se recomienda en particular su inclusión dentro de los términos de referencia de las licitaciones y en los contratos de obra, tanto los que Cormgadalena celebre con con los contratistas principales, como los que éstos efectúen con terceros.

1. Es responsabilidad del contratista conocer las leyes, reglamentaciones y demás disposiciones gubernamentales ambientales sintetizadas en otro aparte de este documento y cumplirlas.
2. Debe procurar producir el menor impacto durante la construcción, en los suelos, cursos de agua, calidad del aire, organismos y evitar los conflictos con los pobladores del área de influencia de las obras, según lo estipulado en las reglamentaciones citadas. Las normas que se presentan en este capítulo están basadas en dichas disposiciones gubernamentales.
3. Toda contravención o acciones de personas que residan o trabajen en la obra y que originen daño ambiental, deberá ser del conocimiento del jefe de interventoría ambiental en forma inmediata.
4. El contratista será responsable de efectuar a su costo, la acción correctiva apropiada determinada por la interventoría ambiental por contravenciones a las presentes normas.
5. El contratista se responsabilizará ante Cormagdalena por el pago de sanciones decretadas por entidades gubernamentales por violación de las leyes y disposiciones ambientales durante el período de construccin.
6. Los daños a terceros causados por incumplimiento de éstas normas son responsabilidad del contratista, quien deberá remediarlos a su costo.

A continuación se presentan 6 conjuntos de normas ambientales aplicables a las condiciones típicas de obras civiles de gran tamaño en áreas rurales. Los conjuntos están organizados por frentes de obra (obras terrestres -campamentos, talleres y demás obradores, excavaciones y dragados, anclajes y revestimientos) o actividades (transporte y acarreo; desmantelamiento de instalaciones temporales, etc.) para facilitar su adopción y aplicación por los contratistas. Por esta razón algunas normas aplicables a varios grupos de actividades o frentes de obra se repiten de un conjunto a otro. La alternativa, es la presentación de conjuntos de normas para diversos componentes ambientales, v. gr., aguas, suelos, fauna terrestre, etc.; estos conjuntos no son redundantes pero su entendimiento y aceptación por parte de los contratistas y su personal son menores, por tanto menos efectivas. Estas normas han sido adaptadas de conjuntos análogos aplicados en obras civiles muy diversas, tanto en corredores (ductos, líneas de transmisión, vías…) como en obras localizadas (embalses, fábricas, urbanizaciones, etc.) y han sufrido múltiples adaptaciones y ajustes.

Para cada conjunto de normas se indica en primer lugar el Dónde y el Cuándo del grupo de normas, es decir el sitio, frente de obra, en el cual la norma debe ser observada y la oportunidad. La presentación misma de las normas se hace a tres columnas, en la primera se establece la obligación o prohibición para el contratista, el Qué. La segunda columna identifica el espíritu de la norma, i. e., el objetivo, el Para qué. En la tercera columna se sugieren los mecanismos mediante los cuales el contratista puede cumplir con la norma, es el Cómo.

Los seis conjuntos de normas aquí contempladas y las que el propietario de la obra o el contratista mismo quieran adicionar son, de todas maneras, experimentales. Es decir, toda norma debe ser aplicada y evaluada; posteriormente se decide si se mantiene, mejora o descarta, según los resultados, i. e., si en la práctica, se logren o no los objetivo previstos. Las buenas experiencias que se hayan tenido con una norma dada en otros proyectos no son garantía de que esta surtirá el mismo efecto en el contexto del POEM.

Por esta razón, las soluciones (los cómo) son facultativas; los proponentes deben estudiar los pliegos de condiciones de la licitación y decidir cuál es el mecanismo más conveniente desde el punto de vista financiero y organizacional para dar cumplimiento a las normas, incluso es factible que identifiquen mecanismos más eficientes que los citados en este informe para ciertas normas. Cormagdalena, por su parte, podrá decidir si opta por una u otra propuesta de manejo ambiental, contemplando estos y otros criterios.

Divulgación

Es claro que la mera inclusión de las normas en los documentos de licitación y contratación no implica su cumplimiento por parte del personal de los contratistas, pues los infractores (obreros, capataces, supervisores, etc.) normalmente no tienen acceso a dichos documentos. Para suplir esta dificultad se recomienda que Cormagdalena exija a los contratistas la estructuración de una campaña de divulgación de dichas normas.

Dados el tamaño de la obra, la duración de la fase de construcción y la reducida población residente el área del proyecto, se considera que la campaña puede simplificarse al diseño e impresión de un manual ambiental para personal de obra, redactado en términos simples, muy ilustrado con diagramas y dibujos sencillos; este debe ser complementado con afiches y vallas, cuyo contenido debe ser semejante al del manual y reforzar sus objetivos, colocadas en sitios visibles.

Control y vigilancia

El cumplimiento de estas normas será vigilado por funcionarios de la interventoría ambiental, quienes informarán permanentemente al contratista para que éste efectúe las correcciones y ajustes del caso. Organizacionalmente, la interventoría ambiental debe ser independiente de la interventoría de construcción. Tendrá dos tipos de funcionarios en campo:

1. Un jefe de interventoría ambiental, preferiblemente un ingeniero ambiental, con amplia experiencia en campo, interesado en la conservación del ambiente, quien debe conocer detalladamente el estudio de impacto ambiental y las normas ambientales. Este debe estar en capacidad de dirimir conflictos entre el espíritu de las normas y la eficiencia de las prácticas constructivas.

2. El jefe de interventoría ambiental debe estar apoyado por un número variable de inspectores ambientales -dos o tres, según el número y dispersión de los frentes de obra. Estos deberán ser personas jóvenes, oriundos o conocedores de la región del Magdalena Medio, preferiblemente bachilleres, interesados en la conservación de la naturaleza, con experiencia en trabajos de campo en el río, ciénagas y caños y con dotes para relacionarse con personal obrero. Deben poseer aptitudes para comunicación verbal y escrita sobre los temas de su trabajo. Además deben tener licencia de conducción de motocicleta y de operación de botes a motor.

Se requiere que los inspectores estén familiarizados con el estudio de impacto ambiental y conozcan detenidamente el plan de trabajo de los contratistas. Para familiarizarlos con la problemática ambiental y sus soluciones es conveniente un curso de inducción en campo de unas 12 a 15 horas, antes de iniciar trabajos. El curso puede versar sobre los siguientes temas:

• problemática ambiental en general
• la legislación ambiental en Colombia
• particularidades de los desarrollos de obras civiles en contextos rurales, conflictos entre contratistas y población residente
• susceptibilidad ambiental de los biotopos, organismos, recursos y pobladores del valle medio del Magdalena
• el PMA y la supervisión e interventoría ambiental del proceso cosntructivo
• toma, registro y archivo de fototografías
• preparación de informes de incidente ambiental en obra

El curso debe incluir recorridos detallados guiados a sitios en dónde se puedan apreciar las problemáticas ambientales, v. gr.:

• depósitos de combustibles en Puerto Berrío o en Barrancabermeja
• operación de equipos y maquinaria de dragado en Barrancabermeja
• descarga de aguas cloacales o industriales en Puerto Berrío y en Barrancabermeja
• deterioro diques de protección de orillares inestables de sector de la hacienda La Ganadera

Cada inspector debe llevar un registro minucioso de todos los problemas que se le presenten y la forma en que los resuelve. Es conveniente además llevar un registro fotográfico fechado, con sus respectivas explicaciones.

El grupo de inspectores ambientales se reunirá semanalmente, de preferencia a primera hora de cada lunes, con el fin de analizar los problemas comunes y buscar soluciones con un mismo criterio. En estas reuniones se presentarán los formatos diligenciados para informar sobre las actividades de la semana. Se analizarán además casos especiales para que todo el grupo aporte ideas para su solución.

Este grupo de inspectores con su jefe también tendrá el encargo de elaborar un plan de contingencia para afrontar imprevistos y accidentes y obrar en conjunto para su solución (tales imprevistos pueden ser: derrumbes, avenidas, incendios forestales, derrames de combustibles, tala y cacería furtivas, conflictos del contratista con la comunidad, hallazgos arqueológicos, etc.).

Para el trabajo normal y en especial para las emergencias se necesita que cada inspector ambiental disponga de un vehículo adecuado (una motocicleta es idónea en la mayoría de las situaciones) y equipo de radiotransmisión portátil confiable.

Es conveniente que los informes consolidados de supervisión ambiental y el registro fotográfico estén disponibles para consulta por los interesados e. g. las autoridades ambientales (CAS, Corantioquia), alcaldías de Puerto Berrío, Barrancabermeja, Puerto Parra, Cimitarra, el propietario de la obra (Cormagdalena), las organizaciones ciudadanas (grupos ecológicos, juntas de vecinos, asociaciones de propietarios, etc.), gremios interesdados (FEDENAVI, transportadores, operarios de embarcaciones de pasajeros, pescadores, etc.). Una forma simple y económica de lograr esta divulgación es mediante su publicación en una página web o mejor, su diligenciamiento directo en la Internet.