Gestión en PNN Paramillo

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Antecedentes

PNN Paramillo es uno de los m�s grandes parques nacionales de Colombia (ca. 460.000 ha) y uno de los m�s importantes desde el punto de vista de sus riquezas biol�gicas, como quiera que est� enclavado en la transici�n entre las regiones biogeogr�ficas Choc�, Caribe, Magdalena y Andes; aloja innumerables h�bitats:

  • p�ramos -de donde deriva su nombre- al sur,
  • bosques altiandinos, quebradas torrenciales, valles escarpados en los tramos altos de los r�os Esmeralda, Verde, Antazales, Sin� y San Jorge, entre otros
  • �reas de pantano al norte, en la planicie aluvial de los tramos bajos de los r�os Tigre y Manso.

El parque fue creado en 1977, sin considerar la ocupaci�n humana antecedente: en la regi�n habitaban desde el siglo XVI o quiz�s antes, comunidades ind�genas Ember�-Kat�o, desplazadas de las tierras bajas del Sin� y San Jorge por la colonizaci�n europea y adem�s la regi�n ha sido objeto de un proceso de colonizaci�n desde por lo menos las segunda mitad del siglo XIX. Como muchas otras �reas tropicales de Colombia, el aislamiento y las limitaciones ecol�gicas para el aprovechamiento agropecuario tradicional permiti� la conservaci�n de extensas �reas hasta bien entrado el siglo XX. Sin embargo, la colonizaci�n se incentiv� en la segunda mitad del siglo XX y amenaza la destrucci�n de inmensas �reas. En lustros recientes han proliferado los cultivos ilegales de marihuana, coca y amapola, por cuyo control se enfrentan diferentes grupos alzados en armas, diversos grupos paramilitares de derecha y la fuerza p�blica; durante los episodios de conflicto que se pueden extender por lustros, las familias de colonos abandonan las �reas civilizadas en beneficio de la recuperaci�n sucesional de los biotopos del PNN; durante los per�odos de calma, se reanudan las acciones de colonizaci�n en detrimento de la conservaci�n.

El PNN Paramillo provee el agua para todas las actividades agr�colas, pecuarias, pesqueras, forestales, de los valles bajos del Sin� y del San Jorge (unos 30.000 km2), suministra el agua potable a una poblaci�n no inferior a 1.000.000 de personas y genera ca. 1.500 Gwh/a�o de electricidad para el sistema nacional interconectado. Es evidente que los intereses en la conservaci�n del PNN Paramillo son tan grandes como las amenazas.

Con los objetivos de evaluar el status ecol�gico y de conservaci�n del PNN Paramillo, identificar las causas de las transformaciones y las tendencias y recomendar acciones prioritarias para su consolidaci�n como �rea protegida, [http://www.urra.com.co Urr� S. A.] la entidad estatal que aprovecha los recursos hidr�ulicos, contrat� en 1996 a Neotr�picos, bajo la supervisi�n del Ministerio del Medio Ambiente. A continuaci�n una s�ntesis de las recomendaciones.

S�ntesis de enfoque y recomendaciones

El conjunto de propuestas para la intervenci�n del Parque Nacional Natural Paramillo que conforma las acciones prioritarias para el manejo de la situaci�n de ilegalidad de su ocupaci�n por pobladores no ind�genas, la extracci�n incontrolada de recursos naturales y el nivel de deterioro ecol�gico, se establecen a partir de los resultados del diagn�stico del parque, de las discusiones de los especialistas que conformaron el equipo multidisciplinario de trabajo que adelant� el diagn�stico, con los aportes obtenidos en los distintos talleres realizados con la participaci�n del comit� de interventor�a t�cnica del proyecto y particularmente de los talleres realizados directamente con los representantes de las comunidades que conforman esa ocupaci�n ilegal.

La base para el planteamiento de las acciones prioritarias es la b�squeda de la compatibilizaci�n de la legislaci�n vigente sobre el manejo de �reas protegidas y la situaci�n real de ocupaci�n y utilizaci�n de los recursos del parque por parte de los ocupantes y usuarios actuales.

Marco conceptual para la definici�n de las acciones prioritarias Las acciones prioritarias que se recomienda llevar a cabo en el parque Paramillo tienen como objetivo garantizar la perdurabilidad e integridad del parque, por tanto se orientan a propiciar soluciones adecuadas a los factores que en la actualidad perturban o atentan contra su estabilidad.

En este marco cabe advertir que por la magnitud y diversidad de factores que hoy concurren en la configuraci�n de la problem�tica del parque, las acciones propuestas no necesariamente dar�n resultados en el corto y mediano plazo. Por el contrario, algunos resultados solo ser�n apreciables en el largo plazo, sin embargo, esto no exime su iniciaci�n inmediata.

Por otra parte, es posible que a corto plazo, factores que contribuyen al deterioro del parque no solamente contin�en, sino que aumenten como consecuencia de algunas de las acciones propuestas; sin embargo, es esta situaci�n en cierta medida el precio que se debe pagar para poder implementar las soluciones que a largo plazo la reviertan y garanticen la perdurabilidad e integridad del parque.

Opciones jur�dicas

La implementaci�n de las estrategias y de las correspondientes acciones, requieren de un marco jur�dico que viabilice la intervenci�n en el parque, esto es, considerando las realidades sociales, econ�micas y pol�ticas presentes en el parque. En este estudio se consideran tres posibilidades jur�dicas:

  • aplicaci�n en estricto sentido la legislaci�n vigente,
  • realinderamiento por razones, sociales, econ�micas y pol�ticas,
  • flexibilizci�n transitoria de algunos aspectos de la legislaci�n vigente.

Estrategias Las acciones propuestas se fundamentan en tres estrategias principales: * consolidaci�n y fortalecimiento institucional del parque, * creaci�n y consolidaci�n de las zonas de amortiguamiento, * articulaci�n del manejo del parque a los procesos de desarrollo regional.

Las acciones prioritarias est�n enmarcadas dentro del Plan Nacional Director del Sistema de Parques Nacionales y otras �reas Protegidas, en particular en lo que respecta a las acciones correspondientes a los programas de:

  • administraci�n y manejo,
  • protecci�n y control,
  • educaci�n y comunicaci�n,
  • investigaci�n,
  • coordinaci�n local.

Complementariamente se proponen algunas acciones consideradas requisito indispensable para cualquier intervenci�n institucional en el parque. Estas se refieren a:

  • establecimiento de mecanismos de interlocuci�n con las comunidades sobre los procesos de consolidaci�n del PNN Paramillo
  • mejoramiento de la cartograf�a del parque, revis�n de linderos y se�alizaci�n
  • evaluaci�n del estado ecol�gico de los territorios ind�genas localizados dentro del PNN Paramillo y apoyo, seguimiento y control al plan de etnodesarrollo
  • iniciaci�n del proceso de negociaci�n de predios y mejoras
  • manejo diferencial de zonas naturales
  • identificaci�n de opciones de financiaci�n de la intervenci�n istitucional en el PNN Paramillo.

En el diagrama 1. se presentan de forma esquem�tica las opciones disponibles para intervenci�n en el PNN Paramillo y los requisitos complementarios para su implementaci�n. El punto de partida en cualquier caso es la consolidaci�n institucional del PNN Paramillo.

Figura 1. Opciones de intervenci�n institucional en el PNN Paramillo.


Estas tres opciones son:

  • reforma legislativa para efectuar un relinderamiento del parque por razones distintas a las estrictamente ecol�gicas, la recategorizaci�n o la creaci�n de distritos de manejo integrado. Esta opci�n requiere el desarrollo y adopci�n de un plan de convivencia entre los colonos y el PNN Paramillo para evitar en el futuro tanto la reocupaci�n del �rea de conservaci�n como el est�mulo a ulteriores reducciones.
  • despoblamiento total que requiere un proceso largo y complejo de concertaci�n con las comunidades involucradas, pues es inevitable que �stas exijan alg�n tipo de compensaci�n por el trabajo invertido en la adecuaci�n de �reas de explotaci�n agropecuaria, gran cantidad de recursos financieros para la adquisici�n de tierras adonde se desplazar�an las comunidades involucradas y muy seguramente complejas concertaciones interinstitucionales, reforma agraria e inversiones de varios sectores en las �reas receptoras de poblaci�n.
  • despoblamiento parcial que combina las dos anteriores; i. e., exige algunas reformas legislativas, es un proceso largo y concertado y requiere igualmente el desarrollo de un plan de convivencia.

De no adoptarse ninguna de las opciones citadas arriba, a�n as� se lleve a cabo la consolidaci�n institucional del PNN Paramillo aqu� recomendada, el status actual de deterioro progresivo continuar� disminuyendo el valor del parque como �rea de conservaci�n e implicar� una reducci�n de los servicios ambientales que hoy en d�a provee.

Definir cu�l de las anteriores opciones es la m�s aconsejable es una tarea dif�cil. La UAESPNN ha sido muy clara en su inter�s de aplicar sensu stricto la legislaci�n vigente referente a las �reas de conservaci�n, lo cual implica que el despoblamiento total y r�pido del PNN Paramillo es la �nica opci�n aceptable.

Sin embargo, esta posici�n extrema no parece ser viable desde el punto de vista socio-pol�tico ni financiero, simplemente por la gran cantidad de familias hoy en d�a asentadas en el parque, por la antig�edad de los asentamientos y por lo extenso del �rea ocupada (mapa 1. y tabla 1.).

Desde un punto de vista meramente pr�ctico, la reforma legislativa es la opci�n m�s viable socialmente y la que conlleva menores costos. Pero �sta implica la reduccci�n entre un 15 y 30% de los biotopos basales y de p�ramo donde tradicionalemente se han asentado las comunidades campesinas del parque y por tanto la p�rdida de la integridad ecol�gica del �rea de conservaci�n (mapa 2.).

Por otra parte, su implementaci�n puede en el mediano plazo traducirse en est�mulo para nuevos asentamientos y nuevas solicitudes de realinderamiento y sentar precedentes indeseables para el manejo de otras �reas de conservaci�n en el pa�s. (p.ej PNNs Macarena, Chingaza, Sierra Nevada de Santa Marta, etc., aquejados de problemeas semejantes)

El despoblamiento parcial indudablemente ofrece dificultades para su implementaci�n, pues adem�s de reformas legislativas �o por lo menos flexibilizaci�n temporal de la normatividad� exige de una parte la formulaci�n de un mecanismo de concertaci�n con las comunidades involucradas y de otra la experimentaci�n con esquemas de convivencia parque-comunidad que hoy en d�a no est�n disponibles. Presenta la ventaja de que puede llevarse a cabo en forma paulatina, de tal manera que permite su perfeccionamiento a medida que el proceso avance y que puede ser aplicado en varios sectores simult�nea o consecutivamente y permite lograr as� eventualmente un despoblamiento total.

Documentos